EL KARMA - DARMA
La ley del Karma es la misma ley de causa o
efecto, la cual afirma: "que todo efecto tiene su causa, y toda causa
tiene su efecto", nada se da por azar en
el Universo... nada ocurre sin causa, es decir, sin una secuencia de
causas, ya que las causas y los efectos residen en los sucesos o sea en
lo que acontece como resultado de un evento anterior. Existe siempre una
relación entre lo que pasa y lo que sigue
Todo pensamiento
generado por nuestra mente, todo acto realizado por nosotros tiene sus
resultados, los cuales pueden ser directos o indirectos, inmediatos, a
mediano o largo plazo, los cuales se eslabonan en forma coordinada,
creando una larga cadena de causas y efectos. Buda decía refiriéndose a
esta ley: "los efectos siguen a las causas como la sombra al cuerpo" y
refiriéndose al Maestro Ascendido Jesús a la misma ley, dijo: "con la
vara que mides serás medido”
Muchas veces nos preguntamos: cuál
es la razón por la cual ciertos eventos suceden, ya sea en nuestra
propia vida, o en la vida de nuestros allegados, de nuestros
conciudadanos y aún del propio planeta. Por ejemplo: un desastre natural
o un fracaso en una empresa o negocio, lo cual afecta a un grupo de
seres, dejándolos de un momento a otro en la incertidumbre o en la
ruina, y nosotros para dar una explicación simplemente nos contentamos
con decir que fue un castigo de Dios, en realidad, hemos de decir, que
es Dios nuestro padre, un padre todo omniamoroso, omnipresente y
omnisciente, que jamás castiga, pero que tampoco es el alcahuete de
nuestros errores, su actitud ante éstos, es el perdón y la
comprensión... Dios ha creado leyes o principios Universales para
mantener el equilibrio de la creación y uno de ellos es la ley de
Karma-Darma, la cual permite que se logre la armonía en todos los reinos
del plano físico y de los planos mental y espiritual
Existen
muchas clases de Karma: individual, colectivo o familiar, nacional, de
religión y el de un planeta, a su vez, el Karma puede ser de acuerdo a
la causa: de mérito o de demérito, todo se concatena, todo está unido,
causas agradables van a producir efectos agradables, causas
desagradables generarán efectos desagradables, si criticamos seremos
criticados, si juzgamos seremos juzgados, si dañamos algo de alguien,
algo nuestro será dañado... nada se da por azar, de igual manera si
sembramos bondad, dulzura y esperanza, eso mismo recibiremos: aquello
que sembremos, eso mismo cosecharemos...
La ley del Karma en
sus diversas formas nos ayuda a regresar a nuestro propio origen... a
nuestra verdadera esencia, nos ayuda a alcanzar el equilibrio interior,
ya sea por medio de la belleza o el dolor, si el hombre procurase
alcanzar la propia belleza, la verdadera paz y armonía en su interno
como en el medio que lo rodea, a través de la armonía que nos proyecta
la naturaleza o bien por intermedio de los gratos momentos de la vida,
podría alcanzar la luz para volver a su causa original...
Sin
embargo la mayoría de las veces, el hombre para alcanzar esa luz, para
retomar el camino de regreso a casa del Padre, prefiere el Karma de
demérito, es decir los dolores humanos, aquéllos que a veces nos llegan
como sentimientos de tristeza, de angustia y de confusión, los cuales
nos llevan a vivir los accidentes, las enfermedades y los grandes golpes
de la vida, como aquellos que de un momento a otro nos llevan de la
opulencia a la ruina económica y los cuales son simplemente resultado de
lo que hemos creado para aprender a buscar la luz en nuestro propio
interno, sin embargo cualquiera que sea el camino escogido para el
hombre, servirá para encontrar la paz interior, ya que esto sólo
dependerá del buen o mal uso de la Energía Divina, no es la ola la que
ahoga al hombre, sino la acción del desdichado que marcha
deliberadamente hacia ella poniéndose bajo la acción de las leyes que
gobiernan el movimiento del mar
El Darma es el sentimiento que
nace en la pureza y en la perfección, que nos lleva a darlo todo sin
ningún tipo de interés, es el deber que tenemos con nuestra evolución y
con nuestros hermanos, para alcanzar la plena liberación, debemos
convertirnos realmente en Darma, en aquellos dadores de luz y amor...
sin esperar jamás pago alguno, ni aún el reconocimiento
El
Darma armoniza los efectos negativos reduciéndoles su intensidad, hasta
llegar al momento en que el hombre será Darma, y generará solamente
Darma, amor y servicio puros y desinteresados...
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