viernes, 22 de marzo de 2013
jueves, 14 de marzo de 2013
EL TRABAJO CORRECTO DE UN MENSAJERO
EL TRABAJO CORRECTO DE UN MENSAJERO
1.El verdadero mensajero debe tener muy claro que su trabajo consiste
en asistir a la formación de seres libres, independientes y responsables
de sí mismos y de su entorno. Significa que nunca deberá tornar a las
personas dependientes, esclavas y sumisas al conocimiento que recibe y
transmite.
2.El mensajero debe saber y estar consciente de que
él fue seleccionado para el trabajo, por tener sus canales limpios y
telepatía, cualidades que fueron desarrolladas a través de sus
reencarnaciones y no por su “elevada espiritualidad”. Estas cualidades
fueron desenvueltas por la apertura mental, inclinación y estudios de
temas metafísicos, durante sus reencarnaciones.
3.El hecho de
ser mensajero y colaborar con entidades elevadas no lo exenta de su
trabajo personal, individual y humano, que deberá realizar de vida en
vida. Él no es un ser elegido ni escogido, simplemente posee ciertas
cualidades que lo calificaron para el trabajo.
4.El mensajero
no puede derogarse ni permitirse títulos como: maestro, gurú, guía,
mentor, etc. Él debe tener muy claro, que él es un simple instructor y
transmisor del conocimiento universal, que fue recibido para el
beneficio de la humanidad y no para beneficio de él.
5.El
peligro más grave y preocupante para un mensajero es el ego. Un
excelente mensajero es aquel que no se deja guiar por su ego, ni por sus
sentidos externos, sino que él por su trabajo interior, de
conocimiento, entendimiento y amor, ha superado su ego, realizando su
colaboración cósmica guiado por sus sentidos internos.
6.El
conocimiento que el mensajero recibe no le fue dado para enriquecerse
pidiendo donaciones, cobranzas o bienes materiales. El conocimiento no
es de él, ni para él; es para la humanidad.
7.Si el mensajero,
a través de recibir conocimientos elevados, comienza a percibir cambios
en él, donde sus sentidos internos van despertando, él no puede
utilizarlos a propio beneficio. Los sentidos especiales muchas veces le
son otorgados por el Universo para ayudarlo en la transmisión correcta
del conocimiento y para ayudar a sus semejantes, siempre y cuando sea de
suma necesidad.
8.El auténtico mensajero nunca expondrá su
conocimiento o los dones que el Universo le otorgó para su trabajo, para
hacer de ellos una exposición circense de poder y gloria.
9.El verdadero mensajero trabajará en sí mismo con humildad y
sinceridad, convirtiéndose en un ejemplo de vida y en un representante
digno de la Divinidad.
10.El ejemplo de vida de un genuino
mensajero es la única carta de presentación que él tiene ante los demás.
A través de ello, ustedes sabrán distinguirlos y recibir de ellos las
enseñanzas universales, sin hacer de ellos seres especiales, sin
seguirlos, venerarlos o adorarlos.
11.Un mensajero consciente
nunca utilizará el conocimiento recibido para fundar escuelas,
instituciones, religiones y creencias. El conocimiento recibido será
para todos y este podrá ser transmitido a través de intercambios
grupales de trabajo y entendimiento.
12.Por último, un
mensajero nunca desvirtuará el conocimiento recibido, inventando o
cambiando las enseñanzas originales. Estas deberán ser dadas exactamente
como fueron recibidas, para que la transmisión no se desvirtúe ni se
distorsione, aunque algunos no las acepten.
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