__COMO Y QUE PEDIR A LOS ÁNGELES ___
Los ángeles y arcángeles trabajan prácticamente como psicólogos, entrenadores, managers, terapeutas, consultores, abogados
y hasta médicos, entre otros. Nos ayudan a descubrir los patrones
mentales que bloquean nuestro despertar, sanando nuestras heridas
emocionales y orientándonos a seguir el camino que mejor nos conduce al
logro de nuestros sueños.
Los ángeles, generalmente hablando, son
maravillosamente creativos y cuentan con infinitos recursos para
responder a nuestras necesidades. No existe nada pequeño ni complejo en
el mundo angelical, de manera que no te dejes intimidar por el “tamaño”
de tu sueño. Todo lo que pidamos con fe, alegría y desprendimiento puede
ser alcanzado; siempre y cuando no intervenga en el libre albedrio de
otras personas y sea para el bienestar de todos los involucrados, de
acuerdo con la voluntad divina.
A los ángeles les complace ayudarnos
en todo y con todo. Sería imposible plasmar en un papel la lista del
“qué” le podemos pedir a estos seres de luz. Ellos nos apoyan en
momentos de transición y cambio. Nos ayudan a liberar miedos, adicciones
y obsesiones; brindándonos consejo y guía en cada área de nuestra vida:
misión, amor, relaciones interpersonales, salud, trabajo, proyecto de
vida, familia y más.
Se les puede pedir por ejemplo, si queremos
trabajar alguna virtud como la paciencia, la tolerancia, el respeto, la
fortaleza, entre otros. Nos ayudan también a recobrar la salud, cerrar
ciclos, superar pérdidas de todo tipo (duelos, separación, quiebra,
etc.), perdonar, sanar relaciones (pareja, padres e hijos, amigos,
familia), tomar decisiones, encontrar respuestas, incrementar nuestra
energía, establecer hábitos saludables, desintoxicar el cuerpo, dormir
mejor, interpretar sueños, encontrar un amor, manejar el estrés, mejorar
los negocios, encontrar trabajo, mejorar la memoria, recuperar objetos
perdidos, protección, concebir un bebe, crianza de los hijos,
entendimiento espiritual, etc. Las opciones son innumerables.
Al
decidir lo que deseas, formula tus peticiones en forma clara usando
palabras sencillas, positivas y en presente. Se cauteloso con lo que
pides y no emplees términos negativos. Nada de: “que no pierda mi
trabajo”, “que no me vaya mal en mi entrevista”, “que no me vayan a
robar”, “que mi pareja no me sea infiel”, etc. Sintonízate en la
dirección de los resultados que esperas, programándote para la armonía,
las oportunidades, la prosperidad, las relaciones amorosas y todo lo
maravilloso que deseas. Tus oraciones, pensamientos, palabras y decretos
son las semillas que siembras. Así que se congruente con tus
solicitudes celestiales y rodea de amor todo lo que dices, piensas y
hablas. Reconoce que te lo mereces, visualiza y siente que tu deseo ya
se ha manifestado.
Aunque los ángeles ya conocen nuestros deseos más
íntimos, exprésaselos; recuerda que no pueden actuar sin tu
consentimiento. Aunque lo he mencionado ya, reitero que fuimos creados
con libre albedrío, por lo que debemos pedir su ayuda. Por otra parte,
no te obsesiones con tus plegarias; suéltalas a Dios y confía en que el
universo es justo y está bajo el orden divino. Concéntrate en el “qué” y
despreocúpate del “cómo, cuando y donde” tu petición va a ser
concedida. Los detalles son secundarios.
Un proverbio muy sabio
dice: “Siembra una expectativa y cosecharás frustraciones”. Es decir,
existe una gran diferencia entre expectativa y expectación. Tener una
expectativa es limitante. Por el contrario, estar en un estado de
expectación es ilimitante. Permanece positivo y completamente seguro de
que mereces lo mejor. La certidumbre es uno de los recursos más bellos
que Dios nos ha dado. Así que confía en la luz, en el amor y en la
abundancia que ya son tuyas por derecho propio. Mientras tu sueño se
manifiesta, disfruta del proceso y siéntete emocionado. Alberga
tranquilidad y alegría en tu corazón.
Ten en cuenta que no se
necesitan cualidades especiales para “vincularse” con los ángeles. Ellos
siempre están a la espera de nuestro llamado; no te compliques pensando
la forma como los puedes abordar. Hazlo como si estuvieras hablando con
tu mejor amigo; con el corazón, con confianza, amor y agradecimiento.
La intención y tu permiso son primordiales.
Constantemente, los
ángeles están listos y dispuestos ya que es su misión apoyarnos. Para
establecer la conexión angelical por primera vez, busca un lugar
tranquilo y relaja tu mente, concentrándote en tu respiración e invoca a
tus ángeles. Dales la bienvenida a tu vida, reconoce su existencia y
pídeles que te acompañen y orienten siempre.
Desde ahora en
adelante, mantén permanentemente abierta la comunicación con tus
ángeles. Puedes pensar en ellos; les puedes hablar, escribir e incluso
algunas personas prefieren hasta cantarles. Recuerda pedir y agradecer
su ayuda durante todo el día. No te preocupes con que los puedas abrumar
con tus solicitudes. A ellos les encanta asistirnos con todas las
cosas, grandes y pequeñas. Permanece atento a las pistas que te muestren
como prueba de su contacto y sigue su guía. Cuanto más te dejes
dirigir, más rápido se concretarán tus deseos.
Si en algún momento
te sientes triste o débil, tu fe tambalea y te llenas de angustia de
pensar que no podrás alcanzar lo que deseas, recuerda que no estás solo y
que haces parte de un equipo que te apoya incansablemente. Mentalmente
llama a tus ángeles, pídeles que se lleven tus miedos, inhala y exhala
profundamente imaginando como la tensión se libera. Continúa respirando
hasta que te sientas en paz y tranquilo.
Finalmente, pero muy
importante es que mantengas una actitud de gratitud hacia Dios por
enviarte a tus ángeles, que te aman incondicional y eternamente.
Bendiciones Abrazo de Luz y Amor.
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