El Ángel Humano
Uno de los regalos de este proceso transicional es que los humanos
están haciéndose conscientes de quienes son en realidad: espíritus en
cuerpos humanos; en otras palabras, de que son ángeles en forma humana.
Durante muchos miles de años fuimos conscientes de nuestras conexiones
con los reinos superiores, pero siempre sentimos que nuestro estado
material y humano nos separaba de alguna manera de nuestra herencia
angélica. Hablábamos de nuestro Ser Superior, sabiendo que teníamos
acceso a este aspecto de nosotros mismos, pero por alguna razón no era
una parte muy importante de quienes éramos y sólo se podía acceder a él
en la meditación.
Parte de la razón para ello es que nuestras
formas físicas fueron encerradas en la tercera dimensión, pero nuestro
Ser Angélico o Superior, al estar constituido por una energía mucho más
fina y tener una vibración superior, se sentía más en su casa en las
Dimensiones Superiores. Por lo tanto, siempre hubo una brecha entre la
manifestación material del cuerpo humano, la conciencia y la realidad
espiritual.
Sin embargo ahora, con el cambio vibratorio que
está experimentando el planeta, apropiadamente denominado ascensión, la
Tierra y sus habitantes tienen la oportunidad de ascender desde la
tercera dimensión de la conciencia, remontando hacia las Dimensiones
Superiores. A medida que la conciencia vaya ascendiendo cada vez más, el
mundo espiritual irá acercándose, hasta que en lugar de esa grieta haya
un continuo denominado Conciencia Multidimensional.
En ese
estado, el ser humano es capaz de acceder con facilidad tanto a los
reinos materiales como al espiritual. Ya no hay ninguna necesidad de
meditación intensa, ya que el acceso al reino espiritual es inmediato y
evidente. Las personas que han alcanzado un estado multidimensional han
accedido ya a su estado o presencia angélica, reconociéndose a sí mismos
como ángeles o seres espirituales que además tienen un cuerpo humano y
son capaces de desenvolverse como seres materiales en el plano material.
En ese punto, puede decirse que el Ser Superior y el inferior se han fusionado y el ser humano ya es un Ángel Humano.
El Ángel Humano siempre es consciente de sí mismo en cuanto a que es
tanto angélico como poderoso y creativo. Ellos no tienen necesidad ni
tiempo para cosas tales como el miedo o los dramas de victimización.
Prefieren emplearlo en crear la clase de realidad en la que puedan
sentirse felices y satisfechos.
Muchos niños índigo y cristal
casi han llegado ya a ese punto de consciencia, si es que no están ya
plenamente en él, así como muchos adultos índigo-cristal que ya han
hecho su transición a ese estado. Son estos nuevos seres, capaces de
recuperar sus herencias tanto humana como angélica, los que crearán la
Nueva Tierra.
Aquí es importante señalar que resulta
imperativo que quienes ya hicieron esa transición a la conciencia de sus
seres angélicos sean igualmente conscientes de lo importante que es ser
humano y estar bien arraigado a las dimensiones o planos materiales. El
fin de la transición es traer el Cielo a la Tierra, no ir flotando a
ningún estado paradisíaco desarraigado.
Los Ángeles Humanos
tienen trabajo. Crear una Nueva Tierra que traiga el Cielo a la Tierra. Y
ya que el cielo no es tanto un lugar como un estado de la conciencia,
estos Ángeles Humanos van a tener que trabajar duro para traer los
estados de conciencia de las dimensiones superiores al plano terrestre.
Una vez que se consiga esto, nacerá una cultura planetaria que respetará
a todos los seres como manifestaciones que son de la Esencia Divina. Y
esta cultura reflejará ese respeto en su paz, su armonía y su
creatividad.
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