viernes, 31 de agosto de 2012

que es la videncia? y otras mancias


¿Qué es la Videncia?
Desde el principio de la historia han existido personajes en todas las cultura provistos de extraordinarias capacidades psíquicas, como la videncia, para percibir informaciones sobre el pasado, el futuro, o sobre acontecimientos lejanos. Consultados por nobles y plebeyos los augures, pitonisas y videntes han sido, y continúan siendo, un inquietante fenómeno parapsíquico de difícil comprensión.

Existen desde el principio de los tiempos en absolutamente todas las culturas; adivinos, augures, chamanes, pitonisas, nigromantes, profetas... Hombres y mujeres que, entre otras supuestas capacidades, poseerían el don de conocer acontecimientos presentes, pasados y futuros de forma no sensorial.

Todavía hoy, en practicamente la totalidad de tribus indígenas en Africa, Amazonia, etc, existen brujos y hechiceros que, además de poseer un desconcertante conocimiento de la farmacopea de la selva, o de la medicina tradicional, parecen disfrutar de facultades extrasensoriales que les permiten conocer acontecimientos ocultos para el resto de la tribu. Expertos parapsicólogos, como el veterano Stanley Kripner, estudioso de las facultades parapsíquicas de los chamanes y hechiceros, han constatado la existencia de esas capacidades extrasensoriales en algunos brujos.

Lejos de la selva, y del contexto mágico de las selvas africanas, los desiertos mexicanos, o la jungla amazónica, donde los brujos ejercen sus poderes de videncia, los laboratorios parapsicológicos occidentales llevan un siglo intentando estudiar metodológicamente esas capacidades de la mente humana. Y cada vez son menos los científicos y académicos que ponen en duda la existencia de mecanismos inconscientes en el cerebro que, por razones poco conocidas, permiten el fenómeno de la videncia.

Generadores aleatoreos de figuras, las cartas Zener, o programas informáticos más sofisticados son las erramientas más utilizadas por los parapsicólogos para estudiar la Percepción Extra-Sensorial. Pero independientemente de esos estudios metodológicos que intentan averiguar los mecanismos psíquicos de la videncia, infinidad de profesionales ejercen esta facultad en todas las ciudades occidentales.

El Tarot y otras máncias
Los que se autodenominan videntes emplean mil formas distintas de ejercer su videncia, y es aceptado por la inmensa mayoría de esudiosos que todos esos sistemas mánticos no son más que apoyos en los que el vidente se sustenta para percibir informaciones extrasensoriales.

Indudablemente la lista sería inmensa, pero puede resultar significativo conocer las máncias más conocidas por los españoles. En 1993/94 la investigadora madrileña Clara Tahoces, una de las mayores expertas (teórica y práctica) en Mancias en España desarrollo el Proyecto Manteia, un estudio encaminado a analizar desde diferentes ángulos la situación actual de la videncia, los videntes y la adivinación en España. Según una encuesta efectuada por el Proyecto Manteia entre 200 sujetos elejidos al azar (100 varones y 100 mujeres) las técnicas de videncia más conocidas por los españoles son, por este orden:

-Cartomancia (Tarot)
-Quiromancia (Lectura de la mano)
-Astrologia
-Cafedomancia (Posos del café y/o té)
-Oniromancia (Interpretación de los sueños)
-Cristalomancia (Bola de cristal, espejos, etc)
-Numerología
-Rabdomancia (Radiestesia)
-Runas
-I Ching

No es de extrañar que la cartomancia sea la técnica de videncia más conocida por el gran público. La proliferación de consultorios de tarot, echadores de cartas e incluso tarots informáticos se ha multiplicado en los últimos 5 años.

Diferentes autores ubican el origen del Tarot en Egipto, Babilonia, e incluso la Atlántida, pero independientemente de su origen legendario esoteristas de la taya del francés Eliphas Levi, o del coruñes Papus, conferían al Tarot infinitas posibilidades intelectuales más allá de su aplicación mántica.

Estudios, como el clásico de Curt de Gebelin, el pasado siglo, revelan las infinitas posibilidades simbólicas del Tarot, especialmente de sus "21 más 1" arcanos mayores. Sin embargo, salvo honrosas excepciones, en la actualidad los esotéricos utilizan mayoritariamente el Tarot como una herramienta de videncia.

Existen numerosas tiradas clásicas del Tarot, como "La estrella de siete puntas"; "La tirada en herradura"; "La cruz celta"; "El árbol de la vida", etc. Sin embargo son muchos los profesionales que defienden la libre interpretación y tirada de los arcanos del Tarot. Según estas opiniones, las fascinantes figuras de los arcanos contienen la suficiente simbología en sus formas, motivos y colores como para servir de soporte a la intuición del vidente. En otras palabras, mientras algunos cartománticos defienden un significado rígido de cada naipe, otros abogan por una libre interpretación de cada carta en función de lo que sugiere al vidente en cada momento y consulta.

Pero no solo del Tarot vive la cartomancia. Existen infinidad de naipes y juegos de cartas, además del clásico Tarot de Marsella, como la Baraja Española, el Tarot Balbi, el Esotérico, la Baraja Francesa, etc. Partiendo del supuesto de que las cartas son tan solo un soporte para la facultad vidente del cartomante, cualquier juego de naipes puede ser utilizado para "echar las cartas".

Quiromancia y Astrologia ¿mancias exactas?
Para muchos la quiromancia y la Astrologia difieren del resto de las máncias en que, al marjen de videncias e intuiciones, "son ciencias exactas", al tener un soporte físico independiente de las conjeturas del vidente. Pero eso es muy discutible.

Aparentemente las líneas de la mano, pilar fundamental de la quiromancia, señalan el pasado, futuro y caracter del consultante. De ser esto cierto poco importaría quién fuese el quiromante. Conociendo el significado de los monte de Venus, Marte o de Apolo, y de la línea de la vida, del corazón o de la cabeza, la predicción caería por si sola, sin tener relación con ningún poder vidente del adivino. Este es el planteamiento de quienes pretenden presentar la quiromancia como una "ciencia exacta".

Lo mismo ocurriría con la Astrologia. Las casas, los aspectos, o los tránsitos astrológicos tienen, para muchos astrólogos, un significado exacto. Así Júpiter o Marte en determinada casa de la carta, el ascendente, el mediocielo, u otros aspectos (trígonos, sestiles, cuadraturas, etc) significan tal o cual cosa. Ante este planteamiento el astrólogo sería un técnico que simplemente elabora la carta astral y enumera los aspectos de la misma para notificar al consultante su significado. Sin embargo los quirólogos y astrólogos más veteranos disienten de este aséptico planteamiento, abogando por un factor vidente en estas máncias.

Para los quirólogos más expertos, además de las lineas y montes, otras características de la mano como la forma, textura e incluso las huellas digitales, encierran un valor importantísimo para el quiroanálisis. Algunos, como Isabela Herranz, una de las más prestigiosas y veteranas especialistas, van más allá, apuntando que, en ocasiones, el simple contacto físico con las manos del consultante desarrolla una especie de capacidad psicómetra en algunos quiromantes, que facilida percepciones no sensoriales que nada tienen que ver con las líneas de la mano.

De forma similar algunos astrólogos dejan fluir su intuición al enfrentarse a una carta natal, permitiendo que los símbolos del horóscopo "les hablen" facilitándoles datos que poco tienen que ver con una rígida interpretación de los tránsitos planetarios. Esa sería la manifestación vidente de la Astrologia.

Cafe, sueños y cristales
La imagen de una anciana gitana examinando los posos en una taza de café es una de las estampas más entrañables y clásicas a la hora de representar a un vidente.

La cafetomancia, o tasoegrafía, probablemente tiene su origen en la antigua China. Los chinos observaban los augurios en el interior de campanas (si se vuelven hacia abajo tazas de té chinas parecen pequeñas campanas). Así, las tazas de té se asociaron con los antiguos oráculos de las campanas y los dibujos formados por las hojas de té que quedaban dentro de las tazas acabaron adquiriendo un significado adivinatorio.

Con el paso del tiempo la taseografía se extendió a otras formulas además de los posos del té. Los residuos de cualquier bebida, como el café, son susceptibles de ser analizados mánticamente por un vidente. Los antiguos romanos, por ejemplo, leían los posos del vino. Los dibujos dejados por los sedimentos de cualquier líquido en el fondo del vaso o la taza se han considerado siempre de gran importancia a la hora de predecir el futuro del bebedor.

Otros métodos de videncia muy similares son la molibdomancio o la ceromancia. La primera tiene su origen en los alquimistas medievales que vertían plomo o estaño derretido en agua fría durante su búsqueda de la "Piedra Filosofal", permitiéndoles esta técnica adceder al futuro. La ceromancia, como su nombre indica, sustituye el plomo incandescente por inofensiba cera, que derretida sobre un recipiente de agua adquiere caprichosas formas que el vidente habrá de interpretar. El principio es basicamente el mismo que el pasatiempo infantil de ver figuras imaginarias en las nuves que nos sobrevuelan, solo que a esas figuras imaginarias el vidente confiere un simbolismo profético.

La oniromancia, o interpretación de los sueños, se pierde en el tiempo. Célebres son los oráculos oníricos de José al Faraón de Egipto, al profetizarle siete años de riqueza y siete de miseria tras su sueño de las siete vacas gordas y las siete flacas, como narra el Antiguo Testamento.

En algunos pueblos primitivos todavía hoy se confiere más valor a los sueños que a la vida real, al creer que la verdadera realidad es la que vivimos en nuestros sueños, y como en la obra de Calderón, nuestra vida sería sólo un sueño.

La oniromancia no tiene absolutamente nada que ver con la interpretación psicoanalítica de los sueños, que tiene en Sigmund Freud su principal precursor. Los videntes parten del supuesto de que, durante el sueño, el ruido mental que nos produce el estado de vigila, con sus tensiones, angústias y estrés, cesa dejando lugar a un estado de relajación total que permite la percepción extrasensorial con mucha más facilidad que durante nuestra vida cotidiana.

Nuevamente es obligado citar al prestigiosos parapsicólogo Stanley Kripner. Como director del Centro Médico Maimónides y del Laboratorio Científico de los Sueños de Brooklyn (New York) Kripner ha estudiado en profundidad el fenómeno de los sueños premonitorios, y la ESP en sueños, llegando a la conclusión de que durante la fase onírica, como en otros estados alterados de conciencia la videncia (ESP) se manifiesta con mayor facilidad.

Respecto a la cristalomancia, también presenta diferentes manifestaciones. Sería absurdo hablar de videncia y de mancias sin citar la bola de cristal, uno de los emblemas universales de los adivinos y videntes. La bola de cristal es uno de los mejores ejemplos de soporte de una facultad natural. La concentración absoluta de nuestra conciencia en esas fascinantes esferas cristalinas produce en el interior de la misma todo tipo de imágenes, que posteriormente el vidente ha de interpretar.

Mercedes Quintana, una de las más curtidas expertas en bola de cristal, nos explica que pueden utilizarse luces indirectas, la llama de una vela, u otras herramientas auxiliares para provocar esas imágenes aleatorias en el interior de la bola que la concentración del vidente moldeará en función de su ESP. Para Mercedes Quintana resulta indiscutible que la bola de cristal en si misma no tiene ninguna capacidad mágica, "es solo un soporte de mi videncia".

Pero existen otras formas y aplicaciones. La parapsicología denomina Hialoscopia a toda manifestación de la ESP que se produce a través de superficies pulidas como espejos, cristales, o la superficie de un recipiente con agua.

El Dr. Raimond Moody, por ejemplo. se hizo mundialmente famoso a raiz de su libro Vida después de la Vida, pero con el paso de los años amplió sus investigaciones parapsicológicas a una particular aplicación de la Hialoscopia. En la actualidad el Dr. Moody utiliza grandes espejos antiguos para una especie de "sintonización" de un consultante con sus parientes y/o amigos ya fallecidos. Una actualización de una forma de nigromancia aplicada desde hace siglos por los magos antiguos.

Las mancias desconocidas
Según las encuestas que realizamos para el Proyecto Manteia que dirigió Clara Tahoces, la numerología, rabdomancia, runas e I Ching son las últimas clasificadas entre las 10 máncias más conocidas por los españoles.

Decía el célebre filósofo griego Pitágoras que todas las cosas son números. Partiendo de esa aseveración muchos videntes encuentran en la numerología un nuevo soporte para sus capacidades. Resulta clásico el análisis de la fecha de nacimiento, sumando todos sus dígitos y resumiendolos a un número único que tiene un significado concreto.

También resulta clásica la traducción de la letras de nuestro nombre a números (existen varias tablas de equibalencias numerico-alfabéticas) que nuevamente sumadas hasta un solo número adquieren una interpretación mántica. Pero en definitiva estas pràcticas no son más que fribolizaciones de la Kábalah hebrea, una de las disciplinas más complejas y fascinantes de las "ciencias herméticas".

Respecto a la rabdomancia (radiestesia) es muy popular su aplicación para la búsqueda de agua. La imagen del zahorí empuñando una varilla de avellano, rastreando un terreno en búsca de un rio subterraneo es arquetípica. Pero además de las varilla de avellano existen otros instrumentos utilizados habitualmente por los radiestesistas, como el archiconocido péndulo o las varillas paralelas.

La radiestesia he levantado grandes polémicas, en torno a si se puede considerar o no una mancia, pero la discusión adquiere otros tintes cuando nos referimos a la tele-radiestesia, donde la función mántica del rabdomante es mucho más evidente.

Si bién las varillas paralelas, al igual que la clásica varilla en forma de "Y", son muy ùtiles en las prospecciones "de campo", la tele-radiestesia se practica fundamentalmente con la ayuda del péndulo. En este caso el radiestesista no se pasea sobre el terreno buscando objetos metálicos, corrientes de agua o cadáveres enterrados, sinó que emplea un mapa sobre el que pasea el péndulo en busca de personas desaparecidas, objetos perdidos o incluso restos arqueológicos.

Vera Kallas es una vidente alemana afincada en Valencia que colabora con varios museos alemanes. Vera utiliza el péndulo sobre mapas y planos para localizar restos arqueológicos, emplazamientos megalíticos, etc. En nuestro poder obran cartas de agradecimiento de dichos museos por las pesquisas psíquicas de la rabdomante. En esta ocasión el péndulo sería el encargado de amplificar movimientos musculares inconscientes originados por la mente del vidente, quien en última instancia sería quien protagonizaría la percepción extrasensorial de tal o cual información.

Las runas y el I Ching se encuentran al final de nuestra lista de soportes de la videncia. Oráculo vikingo el primero, y chino el segundo, ambos utilizan unos instrumentos físicos (piedras unos y monedas otro) para facilitar al vidente los símbolos que habrá de interpretar dependiendo de la consulta efectuada.

Hacia los siglos I o II a.JC. los pueblos germánicos de la Europa septentrional comenzaron a utilizar un alfabeto compuesto con caracteres llamados runas. Según el mito noruego estas runas proceden de Odín, el dios de un solo ojo de la sabiduria oculta, protector de los heroes. Los maestros rúnicos noruegos empleaban las runas para predecir acontecimientos futuros, aún cuando les dieran también otros muchos usos, como sanar, proteger, controlar el clima, etc. También tenían una función de talismán, al grabarse en las espadas de los guerreros para mejorar la capacidad de lucha, o en amuletos para atraer el amor, la prosperidad, etc. No es de extrañar que Hitler utilizase frecuentemente las runas en la simbología de las tropas del Reich.

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